Ensayo: La comunicación como génesis de la interacción humana en la organización

En el principio fue la palabra…

He aquí un espacio valioso para determinar que tan bien manejo los temas requeridos para esta experiencia educativa, al mismo tiempo me permitirá organizar mejor mis ideas, juicios, sentencias, premisas y así comprender mejor como las interacciones entre el hombre y las demás personas, objetos, ideas, deseos definen nuestra realidad que vivimos diariamente.

En cierta ocasión escuché a un profesor decir, que el discutirse estas particularidades de nuestro entorno es equivalente al trabajo de los filósofos, aunque siendo sinceros si todos los seres humanos fueran de cuestionarse y dudaran de todo, fueran extremadamente escépticos o aplicaran fervorosamente el “nada es verdad, todos mienten” en las mentes débiles puede resultar seriamente catastrófico pues serían incapaces de asimilar como su realidad es tan relativa, subjetiva y frágil y que todo depende del espectador, su confabulación con la sociedad y por supuesto las limitaciones físicas. Por esta razón pareciera que la mayor parte de la humanidad está de cierta forma “programada” para ser felices en la ignorancia, entre menos sabes, menos sufres por cuestiones que el grueso de la población califica de temas elevados, clavados o de manera más arbitraria los tachan de raros. ¿Será por esta razón que últimamente hay una cruzada para eliminar el estudio de la filosofía en las escuelas?

Entrando al punto de estudio de este ensayo, que es la relación entre el hecho de comunicarse y posteriormente organizarse, donde más que nada lo desarrollaré es desde el punto de vista como sociedad que es lo que interesa, esto no sin antes dejar clara la idea o el concepto que un servidor tiene sobre la comunicación tanto general como aplicada, pues de nada serviría intentar explicar un tema si no conocemos y cimentamos adecuadamente las bases del mismo para así no correr riesgos y caer en divagaciones o dicho en jerga nacional “cantinflear”. Empezaré de esta manera, a abordar sobre lo que implica comunicar, brevemente repasaré las características, el proceso, su relación y trascendencia cómo el origen de la organización en los seres humanos recae innegablemente en ello.

Y después la palabra fue escuchada…

¿Comunicarse para organizarse u organizarse para comunicarse? He ahí el dilema; tal suele parecer que una cosa no podría existir sin la otra, pues el solo hecho de comunicarnos mediante cualquiera de nuestros mecanismos implica en un sentido no muy riguroso una organización de nuestro organismo para ejecutarlo, sin embargo dejando de lado el plano físico, como mencioné al principio en este escrito pretendo abordar el tema desde un punto de vista más social, enfocándome en las relaciones humanas pues las considero el aspecto más importante cuando de organización se trata, ya que las interacciones en la sociedad es lo que verdaderamente define como percibimos nuestra realidad dentro de nuestras no tan obvias limitaciones a las que estamos atados.

Brevemente explicaré la comunicación desde el modelo más usado técnicamente hablando. La comunicación como proceso comienza como es bien sabido con un emisor, que también es llamado destinador, en este recae el deseo de expresar un mensaje con su respectivo código de implementación, a su vez viaja por un canal que viene siendo el medio físico por el cual se transmite un mensaje, que a su vez llega a un receptor o destinatario; y para que el proceso-circuito de comunicación esté completo y pueda llamársele de esa forma, debe haber forzosamente una respuesta que se le conoce como retroalimentación. Hasta aquí con el aspecto técnico, personalmente considero que los modelos de comunicación paradójicamente limitan los alcances de la misma, es decir, la retroalimentación no siempre se verá a simple vista llegando a ser muy sutil en ciertos casos o negada en otros. Poniendo un ejemplo muy funcional en la sociedad del siglo XXI, la publicidad; unos creativos hacen una campaña de publicidad anunciando un servicio o producto, los individuos felizmente ignorantes de la sociedad dentro su cotidianidad observan ese volante, ese cartel, ese comercial de televisión o escuchan el spot en la radio sin respuesta aparente en el momento, lo interesante de todo es que después de estar en contacto con la publicidad adquiera el servicio o producto, cabe preguntarse ¿si en el individuo hubo reacción al adquirir el servicio o producto a eso se le llama comunicación? ¿Cuál es entonces el límite de la captación de información sin hablar de comunicación? Evidentemente estos cuestionamientos darían cabida hasta para un estudio o una tesina, sin embargo no pretendo responderlas por el momento, lo que si me importa es recalcar que la sociedad como ente organizado necesita de la comunicación y vive de ella y por ella, no por nada actualmente la industrias de las telecomunicaciones, los nuevos medios, incluso las redes sociales son las que más se expanden año con año, pues hasta el ser más aislado es parte una sociedad que se comunica de manera estructuralmente necesario y obligatorio. Sin temor a sonar pretencioso, sostengo que la comunicación es la plataforma ineludible de cualquier organización en cualquier nivel físico, químico, biológico y porque no, espiritual y místico.

Al final ultimaron que la palabra era buena.

Recapitulando las ideas expuestas en este breve pero esencial texto para el análisis personal del interaccionismo simbólico y su relación con la comunicación y la organización misma, bien se puede concluir que desde el hecho en que nuestra realidad se conforma por las interacciones e interconexiones que nosotros individuos tenemos con la sociedad en una relación casi simbiótica y confabulada para no ir más allá de lo que puedas estar totalmente seguro.

A priori sabemos que la comunicación es la piedra angular en cualquier tipo de organización, y aterrizando en el nivel en el que me encuentro, como la escuela, mi familia o el trabajo debo saber de antemano que para que la organización prospere, sea eficaz y productiva, la comunicación dentro de ella debe de ser fluida, verídica, comprobable y lo más libre de prejuicios para de esta manera llegar a los objetivos delimitados por la misma.

Para finalizar este ensayo, quiero terminar con una abstracción; considero que dentro de los deberes de uno como estudiante universitario está el recuperar y practicar el complejo de filósofo, sea cual sea nuestra condición, creo importante y necesario cuestionar y proponer mejoras a nuestra realidad actual en todos los ámbitos sea este escolar, social, político, laboral o familiar, esto debemos hacerlo con responsabilidad y un amplio criterio para así cuando menos servir como ejemplo activo y sembrar la perspicacia, mostrar nuevos horizontes e inducir el despertar del pensamiento crítico a los demás individuos de nuestro ente social que tanta falta les hace. Puede parecer radical, loco, imposible, como una utopía, pero si en el intentarlo ya se piensa fracasar, es mejor por algo empezar.