He estudiado las antiguas religiones paganas que precedieron a la obsesión posterior por un único creador divino. Dichas religiones se centraban más en las fuerzas fundamentales que mueven el mundo y menos en reglas morales arbitrarias. El sol sale por la mañana y se pone por la noche. Los mares suben y bajan. La hierba crece, se marchita, muere y llegado el momento vuelve a brotar del suelo. El aire se calienta, se enfría y se vuelve a calentar. Una fuerza escondida nos mantiene pegados al suelo y tira de nosotros cuando intentamos separarnos de él. Cada una de estas acciones estaba representada por un dios o una diosa. Cada fuerza tenía su propio rostro, reconocido como algo distinto y poderoso. Lo cual no significa que no hubiera conexiones entre estas fuerzas (un panteón de espíritus individuales). Unas manos invisibles guiaban el progreso del mundo a nuestro alrededor. Aunque con sus fallos, era un intento de categorizar, estudiar, explicar y comprender cómo funcionan las c...