Los retos de la movilidad de personas con discapacidad en México
La movilidad es un derecho humano fundamental que permite a las personas acceder a oportunidades, servicios y bienestar. Sin embargo, para las personas con discapacidad, la movilidad suele ser un desafío constante que limita su participación e inclusión social.
Según el Censo de Población en México 2020, el 16.5% de la población total en México presenta alguna discapacidad, limitación en la actividad cotidiana o condición mental. Esto significa que más de 20 millones de personas enfrentan barreras físicas, sociales y culturales para desplazarse de manera segura, cómoda y digna por el territorio nacional.
¿Cuáles son los principales retos de la movilidad de las personas con discapacidad en México? A continuación, se presentan algunos de los más relevantes:
- La falta de accesibilidad universal en el espacio público y el transporte. Muchas calles, banquetas, cruces peatonales, paradas de autobús, estaciones de metro y otros elementos del entorno urbano no cuentan con las condiciones adecuadas para garantizar el libre tránsito de las personas con discapacidad. Por ejemplo, hay banquetas estrechas, rotas o invadidas por obstáculos; rampas inexistentes o mal diseñadas; semáforos sin señales auditivas o táctiles; vehículos sin rampas o espacios reservados; etc.
- La inseguridad y la violencia. Las personas con discapacidad son más vulnerables a sufrir accidentes, robos, agresiones o abusos durante sus trayectos. Esto se debe a que tienen menos capacidad de reacción o defensa ante situaciones de riesgo, y a que son percibidas como presas fáciles por los delincuentes. Además, muchas veces no reciben la atención oportuna o adecuada por parte de las autoridades o los servicios de emergencia.
- La discriminación y la exclusión. Las personas con discapacidad se enfrentan a actitudes negativas, prejuicios y estereotipos por parte de la sociedad en general y de los actores involucrados en la movilidad en particular. Por ejemplo, pueden ser ignoradas, rechazadas o maltratadas por los conductores, los operadores, los pasajeros o los peatones; pueden ser invisibilizadas o marginadas en las políticas, los planes o los proyectos de movilidad; pueden ser objeto de burlas, insultos o humillaciones por su condición.
¿Qué se puede hacer para mejorar la movilidad de las personas con discapacidad en México? Algunas posibles acciones son:
- Promover la accesibilidad universal como un principio básico y transversal en el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento del espacio público y el transporte. Esto implica adaptar y adecuar la infraestructura y el equipamiento existente, así como incorporar criterios de accesibilidad desde el inicio en las nuevas obras o intervenciones.
- Fortalecer la seguridad y la prevención en los entornos y los medios de transporte. Esto implica implementar medidas para reducir la siniestralidad vial, combatir la delincuencia y garantizar el respeto a los derechos humanos de las personas con discapacidad. También implica capacitar y sensibilizar a las autoridades y los servicios de emergencia para brindar una atención eficaz y humana.
- Fomentar la inclusión y la participación social de las personas con discapacidad. Esto implica reconocer y valorar su diversidad, su potencial y sus aportes a la sociedad; promover su empoderamiento y su autonomía; facilitar su acceso a la educación, al empleo, a la salud, al ocio y a otros ámbitos de la vida; e involucrarlas en los procesos de toma de decisiones sobre la movilidad.
La movilidad es un derecho que debe garantizarse para todas las personas sin distinción. Las personas con discapacidad tienen el mismo derecho a moverse libremente por el territorio nacional y a disfrutar de sus beneficios. Para lograrlo, se requiere un cambio de paradigma y una acción conjunta entre el gobierno, la sociedad civil, el sector privado y las propias personas con discapacidad. Solo así se podrá construir una movilidad más humana, más justa y más sostenible para todos y todas.
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