El pasado viernes, me tocó recibir un reconocimiento, pero en realidad lo comparto con muchas manos, muchas voces y muchas historias.
La Asociación Mexicana de Comunicadores y Periodistas (AMECOPE) me entregó el Reconocimiento “Libertad de Expresión 2025” y aún me cuesta asimilarlo. No por falsa modestia, sino porque cuando uno comunica desde la entraña, desde la silla, desde la trinchera de lo cotidiano, no lo hace buscando aplausos: lo hace por convicción, por amor a la verdad y por respeto a la gente.
Recibirlo de manos del presidente estatal de AMECOPE, Juan de Dios Sánchez Abreu, fue un honor profundo. Agradezco su cercanía, su palabra y la confianza que esta distinción representa. También agradezco a Francisco Medina Palmeros, delegado distrital en Cardel, por su impulso sincero y constante a nuestro trabajo en la región.
Pensé en mi padre Federico, que ha sido mucho más que subdirector de RCU Noticias: ha sido mi raíz, mi brújula. Pensé en Edson Vela, mi editor en jefe, amigo y compañero de todas las ideas que alguna vez parecieron imposibles. Este reconocimiento dice “libertad de expresión”, pero yo lo leo así: libertad para ser uno mismo, para decir lo que duele y también lo que sana, para contar lo que otros callan, para no rendirse aunque cueste.
Gracias a quienes avanzan conmigo, a quienes me leen, a quienes me escuchan, a quienes me enseñan. Esto no termina aquí. Seguimos firmes.
Con palabra, con corazón y con sentido.
— Carlos Hernández MX
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