El pasado viernes, me tocó recibir un reconocimiento, pero en realidad lo comparto con muchas manos, muchas voces y muchas historias. La Asociación Mexicana de Comunicadores y Periodistas (AMECOPE) me entregó el Reconocimiento “Libertad de Expresión 2025” y aún me cuesta asimilarlo. No por falsa modestia, sino porque cuando uno comunica desde la entraña, desde la silla, desde la trinchera de lo cotidiano, no lo hace buscando aplausos: lo hace por convicción, por amor a la verdad y por respeto a la gente. Recibirlo de manos del presidente estatal de AMECOPE, Juan de Dios Sánchez Abreu, fue un honor profundo. Agradezco su cercanía, su palabra y la confianza que esta distinción representa. También agradezco a Francisco Medina Palmeros, delegado distrital en Cardel, por su impulso sincero y constante a nuestro trabajo en la región. Pensé en mi padre Federico, que ha sido mucho más que subdirector de RCU Noticias: ha sido mi raíz, mi brújula. Pensé en Edson Vela, mi editor en jefe, ami...
Sigo de pie, aunque esté sentado. Casi cada año me tomo un momento para mirar hacia atrás y agradecer, pero también para reconocerme. Porque no ha sido un camino fácil, pero sí ha sido profundamente humano, lleno de aprendizajes, amor y una red de apoyo que me ha sostenido más veces de las que puedo contar. Algunos me conocieron antes del 2012, caminando, y al verme en silla de ruedas me preguntan: “¿Qué te pasó?” Y como lo he dicho antes, me pasó la vida… Una vida que vino con un giro inesperado en forma de mielitis transversa. Una de esas enfermedades raras que uno sólo ve en las series médicas, pero que a mí me tocó vivir a mitad del último semestre de la universidad. Ya tenía una condición de nacimiento, la parálisis cerebral, que afecta mis movimientos y mi habla. Pero lo de 2012 fue otro boleto. Me tiró con fuerza. Pensé en dejar todo. Pensé, incluso, en no seguir. Pero aquí estoy. No porque sea más fuerte que otros, sino porque decidí no rendirme. Porque entendí que aún ten...